Como parte de las lecciones aprendidas de EmpatIA, donde se evidenció la falta de avances en la regulación de la IA en América Latina y el potencial de experiencias colaborativas para iniciativas de IA responsable, ILDA ha desarrollado una segunda etapa de EmpatIA centrada en un modelo piloto de defensa para que las organizaciones de América Latina participen en procesos de toma de decisiones globales relacionados con la regulación de la IA.

A través de la articulación regional, la construcción de coaliciones y la investigación para la acción, estamos creando una agenda común y un plan de acción para promover principios de IA ética y responsable (transparencia, responsabilidad, equidad, no discriminación, diversidad). Esto busca asegurar que las voces de la sociedad civil estén alineadas e impacten en los debates públicos para influir en la formulación de políticas regionales y en los modelos de gobernanza de la IA desde un enfoque de derechos humanos que represente el contexto y las prioridades de la región.

La escala de implementación del proyecto se centra principalmente en la región de América Latina y el Caribe, pero también busca colaboración y expansión hacia el Sur Global a través de redes establecidas por ILDA en proyectos como el Global Data Barometer, el GIRAI y la red D4D, en los que tenemos socios en Asia y África. Esta segunda fase se enfoca en fortalecer el ecosistema general de gobernanza de la IA con un enfoque en los datos como un insumo central de estas nuevas tecnologías.

Desde 2022, ILDA ha trabajado en la investigación y promoción de discusiones sobre el desarrollo y uso ético de nuevas tecnologías, enfocándose en un modelo de gobernanza de datos e inteligencia artificial más democrático. Con la Semana de la IA, hemos fomentado conversaciones regionales para entender la adopción de estas tecnologías en diversos sectores.

En las tres ediciones ya realizadas hemos buscado explorar lo que se requiere para transformar los esfuerzos de gobernanza y regulación en marcos efectivos de innovación. Además, buscamos identificar las brechas críticas que deben abordarse para implementar modelos de inteligencia artificial alineados con los derechos humanos.