La semana pasada, desde ILDA, participamos en el Encuentro Anticorrupción Feminista con Collaboration of Women in Development (CWID) que fungió como anfitriona en la ciudad de Mombasa, Kenia. Este evento reunió a 21 organizaciones de 10 países que son parte del programa anticorrupción del Global Fund for Women.
Fue una oportunidad única para fortalecer nuestras redes, compartir experiencias y repensar estrategias en un contexto global cada vez más complejo para quienes trabajamos en la agenda de igualdad y derechos humanos.
Desafíos en común: un contexto local y global amenazante
Durante las sesiones, se identificaron retos transversales que atraviesan a las organizaciones de todas las regiones. El avance de movimientos anti derechos y la homofobia en espacios de poder, la creciente presencia de narrativas de extrema derecha en puestos de toma de decisión clave, y el escalamiento de campañas anti-LGBT+ y antifeminismo fueron comunes al hablar de los contextos locales, nacionales, y globales. A esto se suma la pérdida de financiamiento internacional, el aumento de la violencia doméstica y la reducción del espacio cívico, incrementando la presión sobre activistas y organizaciones de la sociedad civil. Como se discutió en este encuentro, la desconfianza institucional y el desgaste de las y los defensores que están en las primeras líneas del activismo evidencian la urgencia de la colaboración entre distintos actores.
Corrupción como riesgo global para el desarrollo
El eje central del evento fue la discusión sobre la corrupción como un riesgo estructural para el desarrollo y la garantía de los derechos humanos. Allí discutimos la importancia de:
- Comprender la corrupción en detalle: sus tipos, mecanismos, actores afectados y beneficiados.
- Apoyar intervenciones estratégicas: combinando acciones directas e indirectas para una mayor eficacia.
- Integrar el enfoque anticorrupción en todas las agendas de desarrollo: abogando porque donantes y organizaciones lo prioricen transversalmente.
- Potenciar la colaboración multisectorial: sumando esfuerzos con sociedad civil, sector privado, instituciones financieras y tomadores de decisión.
Feminismo y anticorrupción: una agenda interseccional necesaria
Desde ILDA, Gloria Guerrero, nuestra Directora Ejecutiva compartió los avances del proyecto Anticorrupción Feminista, que se llevan adelante en Colombia y Guatemala, junto a nuestras organizaciones aliadas Diálogos Guatemala y Artemisas.
Asimismo, presentó el enfoque de ILDA al buscar la generación de datos desde las comunidades afectadas por la corrupción, y el valor de realizar encuestas y procesos que muestren los aportes y perspectivas de las propias comunidades en territorio. Los insumos co-creados con Artemisas y Diálogos Guatemala permitirán dar continuidad a procesos de capacitación, incidencia política y la generación de espacios de diálogo participativo con las autoridades de dichos países.
Las 21 organizaciones de países como Armenia, Guatemala, Haití, India, Kenia, México, Nepal, Siria, Uganda y Uruguay presentamos los avances de nuestros proyectos y fue muy inspirador escuchar y aprender que aunque nos encontramos en latitudes geográficas tan lejanas y distintas; la colaboración, la resiliencia y la esperanza son valores comunes y que en esta lucha por cambiar patrones de abuso de poder y desigualdad, no estamos solas.
Reafirmamos nuestro compromiso por trabajar en que los datos sean accesibles y representativos. Sin duda, las políticas anticorrupción son tan feministas y confiables como los datos que tenemos.
El desafío es colectivo
Este espacio, fue mucho más que un encuentro, fue un llamado a actuar en red y a repensar nuestras estrategias frente a amenazas y retos globales comunes. Trabajar la agenda anticorrupción desde una perspectiva feminista nos permite visibilizar los impactos diferenciados sobre mujeres y diversidades, a la vez que se promueven alianzas y estrategias innovadoras para avanzar en la garantía de derechos, transparencia y justicia social a nivel regional y global.